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TEMAS DE ACTUALIDAD
Prospectiva del notariado
ante el mundo moderno*
Nuestra Unión tiene por delante una Legislatura que coincide con un período de enormes modificaciones de las estructuras políticas y socialesen todos los continentes, como efecto de la evolución de la sociedad delsiglo XX, del fracaso de la idea filosófica y del proyecto político y econó-mico del comunismo, culminado con la caída del muro de Berlín.
Un evento que es emblemático de un cambio de rumbo de la historia, al cual contribuyó de manera determinante el gran Papa Juan Pablo II, falle-cido el 3 de abril y a quien en nombre de toda la Unión, de la cual elVaticano es miembro, conmemoraré mañana en ocasión de la reunión ple-naria de la Comisión de Asuntos Americanos que reúne a representantes detodos los notariados de América, el continente que tiene la comunidadcatólica más numerosa del mundo, que tanto lamenta este triste aconteci-miento. Un Papa que con su extraordinaria personalidad, con su alto magis-terio moral y religioso, ha luchado cada día contra cualquier forma de opre-sión de la libertad y de los derechos humanos. Que con su presencia enAsia, en África y aquí en América, ha llevado a todo el mundo el mensaje * Texto de la conferencia pronunciada por el Presidente de la Unión Internacional del NotariadoLatino, Dr. Giancarlo Laurini, el 21 de abril de 2005, en la sede de la Delegación Mar del Plata de nues-tro Colegio.
La disertación se llevó a cabo en el marco de las Reuniones desarrolladas por la Comisión de Asuntos Americanos y la Comisión Intercontinental de Seguridad Social Notarial, del alto organismomundial.
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cristiano levantando fuerte su voz, haciendo un llamamiento a los potentesdel mundo, recordándoles sus responsabilidades frente a los más débiles,que son finalmente buena parte de la humanidad que lucha por la vida.
Karol Wojtyla fue protagonista de la lucha convencida y sin tregua al comunismo, pero también dijo un fuerte no a aquellas formas de capitalis-mo salvaje que se someten a la única regla del provecho a toda costa, de lasupremacía de los principios rigurosos y despiadados de la economía, porencima de los demás valores de la ética, de la solidaridad, de la justiciasocial y de la calidad de la vida.
La extraordinaria y tumultuosa evolución planetaria durante la cual el gran Papa Juan Pablo II fue el protagonista y uno de los autores máximos,condiciona profundamente la función y el papel mismo del notariado lati-no en la nueva sociedad. La consolidación de nuestro sistema de notariadoen esta sociedad, nos plantea delicados problemas de adecuación de lasfunciones y competencias de control eficaz y concreto del desarrollo orde-nado de la profesión, desde el punto de vista deontológico, de los costosdel servicio y de la disciplina de acceso con número cerrado.
Un aspecto este último del cual he hablado mucho ayer en ocasión de la visita al Uruguay, que se pone a menudo en tela de juicio, ya que hayquienes lo consideran no ya como una garantía de calidad de la conductaprofesional y del servicio prestado a la colectividad, sino más bien comouna arcaica defensa corporativa, en contraste con las reglas modernas de lalibre competencia. Un privilegio que hoy nadie podría admitir como tal yque lamentablemente hay que señalarlo, muchos de nuestros colegas ima-ginan sea perpetuo e invulnerable y que al contrario, como todos sabemos,puede ser cancelado por el legislador de la noche a la mañana con el trazode una pluma. Salvo luego arrepentirse después de algunos años al darsecuenta de que con este gesto ha afectado enormemente a la sociedad, sinninguna ventaja a cambio.
Nuestra respuesta firme y convencida al problema del númerus clau- sus programado, es que se trata de un sistema de selección absolutamen-te fisiológico, irrenunciable por unos profesionales a los que se encomien-da una función pública con finalidades de transparencia y legalidad de losdocumentos. Por lo tanto, es evidente que la selección de los notariostiene que ofrecer las mismas garantías de calidad, fiabilidad y rigor por lasque se elige el nombramiento de un magistrado, teniendo en cuenta sunúmero y cómo están repartidos en el territorio nacional, con arreglo a cri-terios objetivos y no políticos o de favor personal. Criterios que se basenrigurosamente en el interés de la sociedad en general, a la cual el notaria-do tiene que privilegiar y poner por encima de los intereses corporativos,renunciando de su parte a las posturas cerradas que lamentablemente se 1 9 6 / 2 0 0 5 / R E V I S T A N O T A R I A L 9 5 0
observan todavía hoy en algunos países, y que la sociedad actual percibecomo privilegios inaceptables, que nos impide pedir mayores y más califi-cadas competencias, en forma exclusiva, en las cuales el notariado puedeponer de manifiesto el valor añadido de sus prestaciones.
Es una condición superar las posturas cerradas, cubrir la categoría de una manera justa, prudente, con una selección rigurosa, para cualificarnosfrente a las autoridades políticas en ofrecer nuestros servicios, nuestrasprestaciones, de una forma aceptable, confiable y creíble. La asignación decompetencias inherentes a la función pública, no debe efectuarse desdeuna óptica de mero reparto aritmético del trabajo entre las distintas cate-gorías profesionales, sino exclusivamente sopesando la necesidad para lasociedad y para el Estado, de que determinados actos de la vida económi-ca, social, jurídica, sean conforme a lo dispuesto en la legislación vigente.
Es una necesidad que puede y debe cumplir una sola categoría profe- sional, sin confusiones de papeles y responsabilidades con otras categorías,ya que cada una de ellas tiene que cumplir con su propia misión. El nota-riado de tipo latino, presente en los cinco continentes, tiene por lo tanto supropia misión pública, redactar el documento notarial, así como los aboga-dos asisten a las partes en un juicio y los contadores trabajan para unaempresa. No tiene sentido hoy, por ejemplo, con la profesionalidad, lacapacidad, la cultura del notario, el sistema de la minuta redactada por elabogado. Un sistema totalmente fuera de la tradición ortodoxa de origenitaliano y europeo del notariado. Así es como hay que reafirmar y concre-tar con más fuerza día a día el principio de la incompatibilidad, un principioque nos legitima a pedir competencias exclusivas y número cerrado.
El problema de la incompatibilidad de la función notarial con otras acti- vidades es un problema grave. Es un problema que tenemos que afrontarcon la fuerza de quien sabe que el futuro del notariado no es el de la con-fusión, no es el de hacer muchas cosas, sino de cumplir únicamente la fun-ción notarial en su expresión, con los contenidos más altos que la tradicióndel notariado latino puede tener. Es un punto muy importante.
En esta misma perspectiva se encuadra la necesidad de delinear, cada vez con mayor precisión, el límite neto de la competencia y de la función mismadel notario y de los registradores inmobiliarios y de comercio. El notariado notiene sólo el derecho, sino el deber, en el interés de la sociedad, de reivindi-car el papel de único y calificado guardián de la legalidad de los actos, sin inú-tiles y peligrosas superposiciones de controles, tanto se trate de actas dederechos inmobiliarios, como de actas de las sociedades comerciales.
Evitemos perniciosas confusiones de papeles en una sociedad que sien- do de por sí muy articulada, necesita certezas y determinados puntos de 2 0 0 5 / R E V I S T A N O T A R I A L 9 5 0 / 1 9 7
referencia claros y rigurosos. Conozco las situaciones locales y las dificulta-des de cambio hacia una purificación del sistema de notariado en el senti-do que he indicado. Pero tenemos que trabajar intensamente, con el entu-siasmo y la fuerza que nace de la convicción de luchar por una causa justa,de manera que nosotros y los futuros notarios no nos veamos forzados atener que explicar siempre cuál es nuestro papel en la sociedad, cuál esnuestra función. Me refiero no solamente a aquellas áreas geográficasdonde el notariado es más vulnerable, sino también a países como Italiadonde, por ejemplo, la actual situación política es muy estable después deuna verdadera debacle de los partidos de centro derecha. En las eleccionesadministrativas, y en previsión de las próximas elecciones políticas, todo elmundo, todos los sectores, piden algo, y el gobierno y su mayoría parla-mentaria están dispuestos a conceder todo lo posible, todo y el contrariode todo. Se verifica lo que en italiano se dice “l’assalto a la diligenza”. Elataque a la ciudadela en la cual, hasta ayer, el notariado estaba bien res-guardado y que hoy, en cambio, tiene que luchar día a día ante incom-prensiones generales y problemas de subsistencia de vastos sectores de lasociedad, que ven al notariado con un gran coto de caza, en el cual es posi-ble hallar un poco de oxígeno.
Un economista italiano muy conocido acaba de escribir en el “Corriere della sera”, el más prestigioso diario italiano, que “hay que suprimir cual-quier exclusividad o monopolio de función que no se justifique con efecti-vo y concreto valor añadido”. Es como decir que la profesión de simple cer-tificador no puede ser exclusiva o monopolizada, considerando que paracertificar la identidad de las partes o de un declarante, o que el oficial públi-co fue testigo de un hecho, realmente no necesita de un jurista, es suficien-te un hombre moralmente confiable. como el tipo de notario que inspiró alMinistro de Justicia italiano quien, con relación a la primera ley notarial denuestro estado unitario en 1875, escribía: "No hay que pedir consejos alnotario que puedan pedirse al jurista". Pero ¿cuánto tiempo ha pasado desde1875? Qué extraordinario salto de calidad ha tenido el notariado, apoyadopor un enorme perfeccionamiento cultural y por una particular sensibilidada las mutaciones de la sociedad, como lo demuestra la apertura inteligentey previsora de los notariados más adelantados con respecto a la informáti-ca, respondiendo con eficacia y modernidad al mayor desafío del inicio deltercer milenio. Hoy tenemos delante de nuestros ojos una demostración deesta capacidad del notariado de utilizar instrumentos modernos, como lainformática, para mejorar y cualificar su prestación de servicio a la socie-dad. Esto tiene que hacer el notariado, que de esta manera puede afirmar-se que tiene un futuro.
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Decía que el desafío del inicio del tercer milenio, era el impacto de la informática. Es un punto sobre el cual se puede hacer una reflexión en elsentido de que en los años pasados, aun en Italia, el notariado tenía muchorecelo o desconfianza frente a la informática y le preocupaba mucho quesu difusión pudiera significar la supresión del notariado como tal. No es así,si tenemos la capacidad de utilizar la informática simplemente como uninstrumento moderno para la prestación notarial.
En la ley sobre la informática que aprobó el Parlamento italiano, y luego los de Francia y Austria, hace cuatro años, se prevé que todos losactos por los cuales actualmente se exige obligatoriamente la intervencióndel notario, si se hacen con sistema informático, el contrato electrónico, lafirma electrónica, tienen que formalizarse con la intervención del notario y,lo que es particularmente importante en este caso de la contrataciónelectrónica, el notario inviste la misma responsabilidad que tiene cuandoutiliza el papel tradicional. Esto significa asesorar a las partes y controlar lalegalidad del acto que es el núcleo fundamental de nuestra función.
Un desafío es que el notariado podrá ganar, por un lado, en función de su capacidad de satisfacer el interés público de seguridad, legalidad y esta-bilidad de las situaciones jurídicas y, por el otro, cuidar su interés legítimoy el de sus colegas. Una dicotomía de intereses que es el espejo de esaambivalencia que caracteriza al notariado y es, al mismo tiempo, la razónde su presencia en la sociedad y en el Estado. Una dicotomía que nosimpone conciliar dentro de nuestra profesión, y de todos nosotros comopersonas, el ser público y privado, en una época de transición y de enor-mes cambios en los tradicionales ajustes políticos y sociales de la socie-dad mundial, ajustes que a menudo son transformados e invertidos, pre-cisamente, por el desplazamiento del punto de equilibrio entre público yprivado.
Para conquistar este desafío es necesario que nos dediquemos todos seriamente, en primer lugar los dirigentes y responsables de la direcciónpolítica del notariado, según los diferentes niveles locales, nacionales einternacionales, involucrando cada día más a los colegas de base, sin cuyaparticipación activa y convencida, no se podrá construir nada sólido, verda-dero y profundamente arraigado en la sociedad y en el territorio. Por estopienso relanzar, gracias a la actividad de la comisión presidida por nuestropresidente honorario Hugo Pérez Montero, la categoría de los adherentesindividuales.
Esto significa, sin lugar a equivocaciones, que el futuro del notariado está vinculado sólidamente a su capacidad de mejorarse, a través de unaformación permanente y una selección rigurosa, que privilegie cultura jurí- 2 0 0 5 / R E V I S T A N O T A R I A L 9 5 0 / 1 9 9
dica, experiencia profesional, lealtad a las instituciones, sentido del Estado.
Participación de todos en la vida de los organismos nacionales e interna-cionales de la categoría. No es posible hoy que la mayoría de los notariosno sepa realmente los problemas que los dirigentes locales y nacionales -nohablo de los internacionales- tienen que afrontar y resolver cada día. No esposible una distancia entre los dirigentes y lo que llamamos notarios debase. En este sentido, es absolutamente necesario que los que tenemos laresponsabilidad, hagamos todo lo que sea posible, con fantasía, conempeño. Estamos convencidos de que ésta es la única manera, sólo ten-diendo a la unión de todo el notariado, conscientes de lo que significa unaprofesión de ejercicio de una función pública en la sociedad de hoy, seaamericana, europea o africana. Si los notarios en su actividad cotidiana nosiguen una idea política de lo que es el notariado, queridos colegas, yoempiezo a ser pesimista sobre nuestro futuro.
El valor añadido mencionado por el periodista del “Corriere della sera” que tanto celebramos y pretendemos se nos reconozca, tenemos que cons-truirlo y practicarlo día a día. Una práctica cotidiana que destaque la fun-ción del notario y que lo distancie cada día más del notario, como simplecertificador que no tiene derecho ni razón de ser monopolista. Esta es lacausa por la cual es indispensable, por ejemplo, que los consejos notarialeslocales, de acuerdo con la ayuda del consejo nacional de cada país, organi-cen cursos de formación, no solamente por supuesto sobre la técnica deredacción de las escrituras, sino también de actualización de temas másamplios y generales de cultura jurídica, de tendencias legislativas y de polí-tica económica en el país y en el área continental a la que éste pertenece.
Ya sea que se trate de la Unión Europea, el Mercosur, el NAFTA y otrasorganizaciones supranacionales. Cursos sobre la deontología, técnica aran-celaria, iniciativas y disponibilidad del notariado a aportar su contribuciónal desarrollo económico del país y de las clases sociales más débiles. Pienso,por ejemplo, en el notariado italiano que trabaja en el soporte de la magis-tratura cumpliendo funciones de jueces honorarios. Este aporte cuestamucho al notariado porque el notario que tiene que ser juez honorario ydejar su oficina unos días cada semana, es evidente que tiene un costoeconómico fuerte pero lo hace proporcionando un aporte importante paradisminuir el atraso del procedimiento judicial.
Precisamente, es una de las razones por las cuales en el año 2000, el Parlamento decidió que fuera el notario el único redactor y supervisor delas actas de las sociedades, suprimiendo la intervención del tribunal y con-firmando la exclusividad de la competencia del notario en este sector vitalde la economía. Una decisión política muy importante para el notariado delParlamento italiano. El notariado continúa haciendo el control de la legali- 2 0 0 / 2 0 0 5 / R E V I S T A N O T A R I A L 9 5 0
dad que ya hacía antes, una vez que no está más el control judicial sobrelos actos de sociedades de capital. Es evidente que la idea de otras profe-siones, contadores particularmente y abogados, que tenían la posibilidad dehacer ellos estos actos sin intervención del notario, hoy no es más imagi-nable considerando que el contralor de la legalidad de estos actos, es nece-sario que sea calificado, rigurosamente seleccionado y confiable para elEstado.
Estas son decisiones a nivel político que para nosotros son muy impor- tantes, que confirman la especificidad de la función notarial y del notaria-do. En suma, una participación mucho más activa de los órganos institu-cionales corporativos y culturales del notariado al tema, cada vez másimportante y vital para el futuro de la profesión, de la formación, de laactualización profesional y cultural de los notarios y de los aspirantes anotarios. Una participación que tiene aquí la Universidad NotarialArgentina dirigida de manera sobresaliente por su Rector, nuestro amigo eilustre colega notario Néstor Pérez Lozano, ejemplo de cómo hay que tra-bajar en este sector.
En este panorama de fondo de la sociedad moderna, llena de tenden- cias y necesidades, que tiene una fuerte incidencia en el papel del notaria-do, se sitúa la presencia de la Unión Internacional del Notariado en el esce-nario mundial. Se trata de una presencia comprometida y difícil por lanecesidad de adecuarla y modularla a las realidades de cada continente, amenudo profundamente distintas entre sí en cuanto al grado de desarrollosocieconómico, a los ordenamientos jurídicos y a las estructuras notarialesnacionales y supranacionales. También por la tan difundida incomprensiónde una parte considerable del mundo exterior en lo tocante al valor añadi-do de nuestra función que acabo de mencionar.
Para mejorar esta situación es absolutamente prioritario que la presen- cia de UINL sea decisiva para las organizaciones internacionales, fortale-ciendo las relaciones para poder ofrecer plenamente la experiencia y la cul-tura del notariado, no sólo contestando a las solicitudes que nos llegan,sino interviniendo asimismo, con rapidez, en las sedes oportunas cuandoestén en juego los valores en que basamos nuestra misma razón de ser.
Es el caso del Banco Mundial, del Banco Interamericano de Desarrollo, que juegan un papel decisivo en el crecimiento de todos los países delmundo. En nombre de la simplificación y de una desregulación mal enten-dida, tienden a imponer con su poder económico la adopción de reglas queprescinden por completo de la presencia y del aporte del notariado. Elreciente y archiconocido Doing bussines 2004-2005 del Banco Mundial, esun perfecto ejemplo de la absoluta falta de información, acerca de lo que 2 0 0 5 / R E V I S T A N O T A R I A L 9 5 0 / 2 0 1
el notariado de tipo latino representa actualmente en el mundo, con unapreconcebida e injustificada valoración negativa de su papel.
En cuanto a los problemas citados del Doing bussines y demás, fueron tratados por el presidente D´Alessio con el profesor Hernando de Soto, elConsejo Permanente y el Comité Ejecutivo en las reuniones realizadas en laciudad de México y en Costa Rica, donde han tomado importantes decisio-nes operativas, nominando un grupo de trabajo de alto nivel, dirigido por elconsejero y vicepresidente del notariado francés Bernard Reynis, bajo laresponsabilidad del presidente de la Unión.
Dicho grupo, sobre la base del cuestionario que ya se ha enviado a los pre- sidentes de los notariados miembros -en su mayoría los notariados europeoshan transmitido su respectiva respuesta; espero lo estén haciendo aquellosamericanos, pues hasta ahora contestaron sólo cuatro-, redactará un informeque será sometido al Comité Ejecutivo de Barcelona el 14 de mayo próximo.
Tras su aprobación será remitido inmediatamente al Banco Mundial.
En esta perspectiva, el notariado tiene que hacer el máximo esfuerzo posible para recuperar su imagen real de eficiencia y profesionalidad.
Asimismo, en lo que concierne a las relaciones con los gobiernos naciona-les, tradicionalmente la Unión Internacional siempre ha mantenido unaposición prudente, interviniendo únicamente si se lo pedían los notariadosrespectivos, conocedores de las características de los dirigentes locales,cuyas relaciones con los gobernantes hay que respetar. Ésta es una reglafundamental que acataron siempre los presidentes de la Unión.
Se trata de intensificar la ayuda concreta a nuestros presidentes, con toda la fuerza necesaria en su actuación política, para defender la imagen ylos principios de fondo del modelo latino, ante cuya dimensión planetarialos gobiernos nacionales siempre se han mostrado muy sensibles. En cuan-to se refiere a organizaciones notariales continentales, cabe desarrollar unacolaboración estrecha y eficaz. La Conferencia de los Notariados de laUnión Europea nació como organización independiente de la UniónInternacional y sigue existiendo, con el peculiar papel de actuar como unlugar en donde los presidentes de notariados de la Unión Europea discuteny adoptan posturas comunes, en lo que respecta a los temas y problemas,que tienen una incidencia directa o indirecta en la vida y la organización dedichos notariados.
Los presidentes ostentan la representación política de los notariados, no sólo frente a los gobiernos y las instituciones nacionales, sino tambiénante la Comisión y el Parlamento de la Unión Europea. Una entidad políti-ca supranacional, distinta de las organizaciones internacionales, con su pro-pia constitución dentro de un proceso de paulatina valorización y politiza-ción de las instituciones comunitarias y continentales.
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Un proceso que se extenderá desde Europa a los demás continentes, en particular en consideración de la experiencia europea. Con relación a esto,hablaba esta mañana con el presidente del Consejo Federal argentino,notario Zito Fontán y con el notario Hugo Pérez Montero, sobre la posibi-lidad de organizar un encuentro con la junta directiva de los presidentes dela Unión Europea y los presidentes de los notariados del área del Mercosur,para concretar un intercambio de ideas y escuchar directamente los pro-blemas que hace años se plantean en Europa, que son de interés directo ymediato para el notariado.
El hecho es tener presente la experiencia, que es fundamental para no cometer los mismos errores o cuanto menos, evitar que se cometan sobretodo de parte de la autoridad responsable. En este tipo de entidad como laUnión Europea, el poder grande está en manos de lo que llamamos "loseurócrates" en términos de economía, de burocracia y no con una visiónpolítica más amplia de las reales exigencias de las corporaciones.
Como dijo ERNEST RENÁN: "Los antepasados nos han hecho lo que somos. Somos lo que fuiste. Seremos lo que sois". La historia no da marchaatrás. En África y en América, los presidentes no tienen una propia organi-zación continental, pero participan directa y personalmente en la Comisiónde Asuntos Africanos y en la Comisión de Asuntos Americanos. No debeolvidarse nunca que las organizaciones continentales, como por ejemplo laUnión Europea, son generalmente muy sensibles a los dogmas económicosde las universidades norteamericanas y, superficialmente, tienden a favore-cer y aceptar la visión rigurosamente económica y materialista de la socie-dad, privilegiando las exigencias de un desarrollo rápido y sin vínculos decualquier tipo de las empresas. Esto sin considerar ni los intereses genera-les de un desarrollo equilibrado de la sociedad, ni los intereses mismos delas empresas para tener relaciones empresariales correctas, desde el puntode vista jurídico y de la estabilidad jurídico-económica.
Por lo tanto, teniendo en cuenta los hechos graves que en los últimos años tuvieron lugar en la vida económica de los Estados Unidos y en lasgrandes empresas europeas, pienso en el caso de la Enron en EstadosUnidos y la Parmalat en Italia, que imponen, no necesariamente muchasreglas, pero sí claras y rigurosas. En su elaboración, el notariado puede ofre-cer un aporte muy específico de la cultura y experiencia profesional.
En Europa, originariamente a través de la CAEM (Comisión de Asuntos de Europa y el Mediterráneo) y el posterior Mercado Común y, a partir delos años ‘80, con la antigua CA y después con la CNUE, el notariado cola-boró intensamente con las instituciones europeas, que pedían opiniónsobre temas técnico-jurídico-sociales en la elaboración de directivas yreglamentos. Una colaboración que se vuelve más eficaz cuando en los paí- 2 0 0 5 / R E V I S T A N O T A R I A L 9 5 0 / 2 0 3
ses miembros, los dirigentes de los notariados nacionales, mantienen uncontacto lo más estrecho posible con los ministros de justicia de cada paísy, con todas las dificultades que bien conocemos, con los ministros de eco-nomía, para preparar a los representantes políticos antes de que asumandecisiones a nivel europeo. García Collantes sabe bien cuántas veces se arri-ba a una decisión sobre el tema en Bruselas o Estrasburgo, apoyada por losrepresentantes políticos de los gobiernos de España, de Italia, de Alemania,etc. que no sabían nada del asunto en cuestión. Sería mucho mejor queantes se hiciera un trabajo en Roma, en Madrid, en París, con el gobierno,con el Ministro de Justicia, de Economía, etc., para evitar que las decisionesse tomen en Bruselas o Estrasburgo, cuando ya los representantes de losgobiernos han resuelto cuál es la posición sin consultar al notariado.
Son reflexiones que los amigos queridos colegas, presidentes america- nos, tienen que hacer sobre estas situaciones con las cuales mañana, pasa-do o no sé cuándo, se podrán encontrar.
Este es, queridos colegas, el cuadro, el escenario mundial al cual el notariado tiene que hacer frente, demostrando su capacidad de unirse. Estaunión debe darse en todo el mundo, sobre la base de sus principios funda-mentales, superando las fronteras nacionales, y dando una aportaciónconcreta y visible a la construcción de un espacio jurídico mundial, que seproyecte más allá de las áreas nacionales y continentales. Una capacidadnecesaria para ganar su mayor desafío, de cuyos resultados depende laposibilidad misma de constituirse en una presencia válida y duradera en lasociedad del futuro.
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Source: http://www.eco.unlpam.edu.ar/objetos/materias/escribania/derechonotarial/aportes_tericos/Rev_Not_Laurini.pdf